Más de 200,000 personas se trasladan a un festival que se celebra el tercer fin de semana de enero (de jueves a domingo). El jueves se celebra una misa en la que se honra a San Sebastián y marca el inicio de las festividades. Ya desde el viernes se realizan una serie de actividades en las que se incluyen los desfiles de los cabezudos que son acompañados por músicos, líderes de la Iglesia y del gobierno y la comunidad en general. Historiadores aseguran que el festival data desde el siglo 19, sin embargo se conoce que en 1954 el padre Juan Manuel Madrazo fue el gestor de la idea para recaudar fondos con el fin de restaurar la Calle y ayudar a la parroquia. Al padre trasladarse de San Juan se olvida la actividad y no es hasta mediados de la década de 1970 que Doña Rafaela Brito dirige la actividad para recaudar fondos dirigidos al Colegio de Párvulos de San Juan. Desde entonces toman vida los cabezudos y en lugar de ser representados los Reyes católicos como en un inicio, se representan personajes típicos de nuestro Puerto Rico y se añaden además gigantes marionetas y personajes de zancos.
Para el sábado se celebran bailes típicos y varias agrupaciones artístico-musicales despliegan su talento. Cada día del festival grandes y chicos disfrutan de una variedad de actividades simultáneas: compras de artesanías, camisetas, hamacas y otros artículos confeccionados con materiales de la naturaleza, bailes y canciones en las calles con panderos y otros instrumentos musicales y el disfrute de comidas, bebidas y dulces típicos.
Esta historia nos es posible describirla gracias al libro Fiesta en Puerto Rico el cual es rico en retratos tomados con el lente de Paola Nogueras. Te invito a que disfrutes de un recorrido visual de sus páginas en nuestra Biblioteca.
1 comentario:
Es cierto, mi mamá era la secretaria del arzobispo de san juan para aquellos años y organizaba con el padre madraso las fiestas.
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