Analicemos esta cuestión de la censura a los libros. Como bibliotecarios alzamos la voz al descontento ante esta práctica. En lugar de censurar debemos aceptar nuestro deber de ofrecer una educación integral y darle la oportunidad a los jóvenes, guiados por sus maestros el discutir los libros de nuestros magníficos escritores. Recuerdo en mi escuela superior la obra La guaracha del macho Camacho de Luis Rafael Sánchez, llena de personajes que enlazaban sus vidas a un mundo real; plagado de malas palabras. Sin embargo, me enseñó que el escritor es el creador literario que plasma la realidad de otros.
¿Por qué censurar un libro porque contiene “malas palabras”? Como si los estudiantes no las conocieran, como si fuese el "acabose" ver las letras unas al lado de otra que conforman una palabra a la que hemos definido como mala. El que un libro contenga “malas palabras” (invento de alguien) no lo hace menos literario o menos adecuado para un ser pensante. "Nuestros jóvenes no merecen una educación censurada, trunca, sin pensamiento crítico."
"La Libertad Intelectual es el derecho de todo individuo tanto a buscar como a recibir información de todos los puntos de vista sin restricciones. Ella provee el libre acceso a todas las expresiones de ideas a través de las cuales pueden explorarse todos los aspectos de una interrogante, causa o movimiento. La libertad intelectual acompaña a la libertad de tener, recibir y diseminar ideas." Intelectual Freedom and Censorship Q & A.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario